Para muchos, el home office es la nueva normalidad. Para adaptarte mejor a esta nueva modalidad, especialmente si es la primera vez que lo experimentas, hay un secreto que te ayudará: organizar tu espacio. Aunque suene increíble, ayuda a aumentar tu productividad, creatividad y eficiencia.
Esto es esencial: busca un espacio solo para trabajar. Idealmente, un área tranquila y que te permita un poco de privacidad. Eso sí, NUNCA trabajes en la cama, es fatal para tu productividad.
Es importante que el espacio esté bien iluminado. Idealmente, la luz debería ser natural, pero si no es posible, usa bombillas de luz blanca, te mantienen más atenta y facilita la concentración.
Asegúrate de tener en tu área de trabajo todo lo que necesitas. Así, evitarás perder tiempo (y concentración) por estar levantándote a buscar lo que te falta.